En la mesa de negociaciones era clara la importancia de la participación ciudadana en la construcción de un acuerdo de paz. Por esa razón, se acordaron varios mecanismos para darle cabida a la voz de los ciudadanos, y especialmente a la de las víctimas.
Se organizaron foros nacionales y regionales sobre cada uno de los puntos de la agenda; se creó una plataforma tecnológica que recibió más de 67 mil propuestas; se tuvieron en cuenta conceptos de organizaciones y expertos; se instalaron las mesas regionales convocadas por las comisiones de paz de senado y cámara; se realizó la cumbre nacional Mujeres por la paz; y se convocó nuevamente al Consejo Nacional De Paz.
Así, se implementó la participación ciudadana para crear una agenda de integración territorial y para hacer frente a la desconfianza de los colombianos frente al Estado.